Situación en la cuenca de Copiapó

Para interiorizarse más en la situación de la cuenca, hay que entender el contexto y las características generales de este sistema acuífero. ¿Es sustentable? Depende de diversos factores, pero también de los usuarios, de cómo nos organizamos, cómo enfrentamos los desafíos y cómo desde la ciencia, aplicamos las posibles respuestas.

 

Contexto

La zona de estudio corresponde a la cuenca del río Copiapó, situada unos 800 km al norte de Santiago en el desierto de Atacama entre los 27° y 29° de latitud Sur. La cuenca tiene un área de 18.540 km<sup>2</sup> siendo más extensa en el Este donde se levanta en la sierra de los Andes y se estrecha en la salida al Océano Pacífico. La cuenca del río Copiapó recibe menos de 30 mm de precipitación anual concentrados en las partes altas de la cuenca y, por lo tanto, no existen tributarios superficiales contribuyendo caudales al cauce principal del río en las secciones bajas de la cuenca.La elevación del límite Este de la cuenca alcanza altitudes mayores que 5.000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m) con aproximadamente el 11% de la superficie de la cuenca bajo los 1.000 m.s.n.m. En la zona Norte de Chile, la línea de nieve en la Cordillera de los Andes es considerablemente alta (aproximadamente 5.800 m.s.n.m.); y por lo tanto, no existe cobertura nival permanente en la cuenca del río Copiapó mientras que sí existe un número limitado de glaciares en la cuenca. Sin embargo, el derretimiento de la nieve contribuye significativamente al flujo en la cuenca, alcanzando su caudal máximo en los meses de verano (McFarlane y Norgate, 2012).

 

Climatología

Las condiciones climáticas en el valle del río Copiapó están influenciadas por una variedad de factores relacionados con la latitud, la proximidad de las grandes cimas de los Andes y el efecto regulador de la temperatura del mar. Mientras el descenso del aire seco proveniente de la celda de Hadley subtropical en esta latitud reduce la convección, la presencia de la corriente de Humboldt reduce la capacidad de los frentes fríos para provocar precipitaciones invernales. Al mismo tiempo, la Cordillera de los Andes actúa como barrera orográfica impidiendo el desarrollo de precipitación proveniente del Este. Se estima que la precipitación anual media para la cuenca del río Copiapó es de sólo 28 mm. Se proyecta que el cambio climático causará una disminución leve de la precipitación hacia el año 2040 y un aumento paulatino hacia el final del presente siglo. Sin embargo, también está proyectado un aumento para la temperatura de la cuenca y un aumento del riesgo por eventos de inundación debido a un aumento en la frecuencia e intensidad de precipitaciones.

 

Falta de recarga para el sistema aquífero

El río Copiapó tiene aproximadamente 162 km de longitud y se encuentra en un valle transversal con una inclinación pronunciada que atraviesa la región de Atacama. Se origina a una altura de 1230m en el pie de monte de la Cordillera de los Andes, luego de la convergencia de sus tres afluentes principales, río Manflas, río Jorquera y río Pulido. El río Copiapó corresponde a un sistema fluvial de bajo caudal el cual posee un régimen nivo-pluvial. Mientras que el agua superficial se extrae principalmente en la parte superior de la cuenca, el agua subterránea constituye una importante fuente de abastecimiento río abajo. Excepto bajo condiciones excepcionales, las escasas precipitaciones observadas en la cuenca inferior no permiten recargar el sistema acuífero. Los niveles de las aguas subterráneas han descendido por debajo del lecho del río desde 1998 causando un aumento en las infiltraciones. Como resultado de ello, el río Copiapó ha sido canalizado por medio de un canal revestido de hormigón en el sector 4 de la cuenca de modo que los caudales de agua superficial pueden abastecer grupos de regantes río abajo.

 

Factores sociales y sustentabilidad hídrica de la cuenc

En la cuenca del rio Copiapó se ha producido durante los últimos 20 años un significativo incremento del desarrollo económico, basado en una expansiva y moderna agricultura de productos de exportación de alta rentabilidad, en el auge y desarrollo de su industria minera y en la explotación de nuevos yacimientos. Por lo tanto, se ha generado una explosiva demanda del recurso hídrico, incluyendo su uso para agua potable, fundamentalmente basada en la explotación de los recursos acuíferos del valle.

Dada la limitada oferta de agua en la cuenca, debido a la condición hidrometeorológica de aridez de la región en que ésta se encuentra y el sobre otorgamiento de derechos de aprovechamiento agua en el sector, se han producido serios y crecientes problemas en la satisfacción de las demandas de agua que han puesto en situación crítica el uso y la sustentabilidad de dichos recursos y ha provocado situaciones de tensión social en la comunidad. Lo anterior ha llevado al deterioro del capital social presente en la cuenca, lo que se ha visto ejemplificado por conflictos intersectoriales, falta de cooperación para buscar soluciones integradas, bajos niveles de confianza, y otros indicadores de deterioro social y cultural.

 

No es el primer intento

Durante el último tiempo, diversas instancias organizativas han sido desarrolladas para enfrentar los dilemas arriba descritos. La iniciativa ENGICH, propició el establecimiento de una “Mesa Público-Privada del Agua” en el año 2006 con la finalidad de operar como un Organismo de Cuenca vinculante que implementase y facilitase las estrategias identificadas en el Plan de Gestión para la Cuenca del Río Copiapó desarrollado por CONAMA-DGA en 2009. Más recientemente, en el año 2014, el Gobierno Regional de Atacama mediante la Corporación para la Competitividad e Innovación de la Región de Atacama (CCIRA) estableció el Consejo Asesor Regional de Recursos Hídricos (CARRH), el cual incluye una Mesa Territorial del Agua para la cuenca del Río Copiapó, y cuya misión es facilitar el análisis, discusión e implementación de consensos que se traduzcan en la formulación de propuestas y medidas en materias de gestión hídrica.

Los aportes de CSIRO vienen a sumar a estas iniciativas pasadas, con soluciones basadas en la ciencia aplicada, en el desarrollo tecnológico y la apertura a los distintos actores para conocer sus necesidades e incorporarlas a los modelos propuestos. Las soluciones son múltiples y las oportunidades de aportar también.